En esta entrada, quería mostrar la especial belleza de las cosas y de las fotos (tanto de ambientes interiores como de exteriores), pero no las típicas fotos super-bonitas de revista de decoración. Estoy más que harto de fotos edulcoradas hasta la saciedad por el photoshop, que pueden ser bonitas así a simple vista, si sólo las miras 5 seg., pero la realidad es que son más feas y artificiales que la planta que tengo decorando mi salón.
Esto me lleva a hacer una reflexión y comparación con la vida real, donde lo superficial y artificial están a la orden del día y tristemente rigen nuestro mundo. Por ejemplo, si vamos a la frutería preferimos comprar la naranja más grande y brillante que encontremos, aunque seguramente sea de bastante peor calidad que su vecina la fea, pues a la fea no la han alterado transgénicamente y ha seguido un proceso natural de maduración; y lo mismo pasa con el mundo de las personas (aunque se constantemente nos traten de decir que no es así), donde los feos estamos en clara desventaja con respecto a los "chulopiscinas" de turno, que no sólo han alterado su apariencia para mejorar su imagen exterior, su fachada al mundo de la superficialidad, si no que de paso se han dañado gravemente el cerebro y a modo de las naranjas o de maíz trasngénico, el interior de esas personas no esconde nada bueno ni brillante. Pero eso a la sociedad le da igual, prefiere vivir en su superficial mundo de mentiras y llevarse esporádicas decepciones que indagar en el interior de las cosas ... no saben lo que se pierden.
Y lo mismo ocurre con mi fotografía. Yo no soy una persona a la que le guste lo artificial, así que siempre presento al mundo mi "obra" tal cual sale de mi cámara, sin retoque posible. Pero además, no suelen ser fotos convencionales, porque todo lo normal ya está hecho, ya ha habido otra brillante persona que lo haya fotografiado (un paisaje bonito, una ciudad ideal, etc.), y además no supone ningún aliciente fotografiar lo mismo que todo el mundo. Por eso, mis fotos (como yo) a simple vista no son "bonitas" ni fáciles de digerir, como un buen libro o un buen vino, pero que si se miran con la suficiente atención se pueden apreciar de una manera especial, y diferente según la persona. Esto me pasa incluso a mi con mis fotos, cuando las tomo y las doy un rápido vistazo no me llaman la atención sobremanera, pero después viéndolas con detenimiento me fascinan... unas me producen inquietud, otras nostalgia, con otras me río, pero ninguna me produce indiferencia. Pero claro, para eso hace falta dejar de lado la superficialidad y la belleza de lo inmediato, y dedicarles un momento a cada una... sólo piso eso, un momento de atención para cada foto...
La realidad es que no estas son sólo unas pocas fotos de las muchas que podría poner, y cada una de ellas tiene una historia detrás (tan larga que en muchas ocasiones podría hacer una entrada sólo con una de las fotos, y que si alguien la quiere saber ya la contaré en otro momento), y me despiertan sentimientos y recuerdos diferentes, que serán diferentes a los de cualquier otra persona que las contemple.
Para mí, estas fotos salen de mi interior y realmente las siento como parte mía... para mí (y siendo todo lo humilde que me permite mi ego) esto es arte.
Aunque no nos demos cuenta, nos dejamos manipular y actuamos y valoramos según lo establecido. Me alegra saber que aún hay quien piensa diferente.
ResponderEliminarPreciosa entrada, precioso texto y preciosas fotos! :)
La menina me ha robado las palabras. La entrada es muy buena y me he quedado con ganas de conocer esa larga historia detrás de cada una de las fotografías. Estupendas, por otra parte. Por cierto, los chulospiscinas no tienen tanto éxito entre las chicas como a veces os empeñáis en creer. Pues eso... un placer leerte.
ResponderEliminarLa del misterioso sofá sin cabeza es la que más me gusta...me ha encantado la entrada, he aplaudido a la pantalla del ordenador como si fuera tonto.
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