martes, 4 de octubre de 2011

ESTILO TRADICIONAL VS ESTILO DE SILENCIO

Una de las muchas cosas que hacen única la Semana Santa murciana es su estilo único: el llamado estilo tradicional murciano, heredado de nuestros antepasados. Por otro lado, en los años cuarenta del siglo pasado surgió otro estilo que se ha adaptado perfectamente a las calles de la capital del Segura, complementando al primero, y que recibe el nombre de estilo de silencio. El nombre de este segundo estilo no es del todo de mi agrado pero, a falta de uno mejor, no me parece mal que se conozca así. Veamos algunas pinceladas sobre ambos:

Estilo tradicional

PENITENTES, SÁBADO DE PASIÓN
En primer lugar, debemos decir que en Murcia los pasos se portan a hombro (NO a costal) cargándolos mediante unas varas que atraviesan el paso, o en la misma tarima (lateral) del mismo). En el estilo murciano tradicional estas personas reciben el nombre de nazarenos-estantes, por el objeto que portan, el estante, una especie de muleta sobre la que descansan el paso durante las breves paradas. La túnica del estante es la misma que la del penitente de filas, pero para facilitarse la tarea y evitar peligros la lleva remangada y el antifaz del capuz levantado hacia atrás. En el estilo tradicional no se marca el paso, aunque algunas cofradías sí han incorporado esto. En su lugar, se avanza sumamente despacio, dando la sensación de que el paso se desliza. Lugares especialmente atractivos son las curvas, donde los estantes demuestran su pericia.
ESTANTES, VIERNES SANTO

Tradicionalmente los pasos incorporan dos estantes por vara, aunque este punto suele verse alterado hoy en día. Las órdenes en el paso las da el cabo de andas (NO capataz ni similares) con un golpe de estante sobre una placa metálica en la parte delantera del paso.

Los penitentes forman filas de alumbrantes, aunque en algunas ocasiones se sustituye el farol/cirio por una cruz, como es el caso de la Cofradía de Jesús. Para organizar la buena marcha de la procesión se encuentran los mayordomos, caracterizados por llevar la cara descubierta y ciertos elementos barrocos, como puntillas en pecho y mangas, residuo de su condición social en la época (el puesto de mayordomo hace siglos lo desempeñaba la "aristocracia" murciana). Respecto al resto de indumentaria de los diferentes cofrades cabe destacar la del estante, que porta esparteñas de carretero, medias de repizco y enaguas (prenda femenina, cedida por la mujer para elevar la túnica y evitar molestias), elementos propios del huertano. El penitente de fila porta sandalias en sus pies, y el mayordomo zapatos de piel de cabritillo vuelta. También es característica la forma del capuz, NO cónica, sino formada por dos caras planas con la punta roma y bastante corto.

En cuanto al acompañamiento musical, los pasos suelen ir escoltados por bandas de música que los acompañan con marchas pasionarias. Sin embargo, el elemento musical más tradicional se encuentra en la burla, grupos de bocinas y tambores destemplados que acompañan a los pasos del via-crucis y que representan las burlas de la muchedumbre con su monocorde ritmo.
CARROS-BOCINA (BURLA), LUNES SANTO

TAMBORES DESTEMPLADOS (BURLA), LUNES SANTO
Por último, destacar el hecho que más llama la atención en las procesiones murcianas: el caramelo. Durante la procesión, todos los nazarenos suelen portar caramelos y otros objetos, como monas, huevos duros, estampas y demás recuerdos en la sená (pliegue de la túnica formado con el cíngulo en la cintura, que en algunas cofradías se sustituye cíngulo por fajín) para repartir entre aquellos que contemplan el desfile. Pese a parecer una costumbre más propia de otros desfiles, tiene una explicación. El nazareno estante era típicamente oriundo de la huerta, y cuando se desplazaba a la capital para portar los pasos, llevaba consigo la comida del día. La costumbre de repartirlo entre el público parece tener su origen en las hambrunas que asolaron la ciudad, y ciertamente, el desprenderse de estos productos alimenticios para alimentar a quien pasaba hambre no deja de ser una penitencia más. Hoy en día el gesto y la penitencia sobreviven en la figura del caramelo.

Son cofradías de estilo tradicional la del Amparo (Viernes de Dolores), Caridad (Sábado de Pasión), Esperanza (Domingo de Ramos), Perdón (Lunes Santo), Sangre (Miércoles Santo), Jesús (Viernes Santo), Servitas (Viernes Santo), Misericordia (Viernes Santo), Sepulcro (Viernes Santo) y Resucitado (Domingo de Resurrección).

Para ilustrar lo mejor posible lo anteriormente dicho, os invito a visionar el siguiente video, una grabación extraordinaria obra del programa "Sentir Cofrade" que sabrá mostrar mejor que yo lo que más arriba se explica:


Estilo de silencio

PENITENTES, JUEVES SANTO
Como decimos, surge a principios de la década de 1940, más concretamente con la fundación de la primera cofradía de este estilo: la Cofradía del Refugio. Hasta donde un servidor tiene entendido, tiene su origen en la Semana Santa de Cieza, municipio del norte de la Región.

En general, todos los cofrades comparten la misma túnica, que llega a los pies y cuyo capuz (más alargado que en el estilo tradicional, pero sin ser cónico ni acabar en punta) cubre con el antifaz la cara a todos por igual. En algunas cofradías llevan capa (no en la del Refugio, considerada promotora) y en alguno de los casos quienes portan el paso prescinden de la capa, para facilitar su labor.

Respecto a estos, sí marcan el paso, y en principio no llevan estante, sino que el paso apoya en patas (aunque algunas cofradías de silencio sí emplean estantes). Por tanto, quizá el término más aproximado para nombrarles sea el de anderos, admitiendo también portapasos, pero nunca costaleros. En estos casos sí se marca el paso, y no suelen ser más de dos anderos por vara. Las órdenes se dan, en general, mediante golpe de campana, aunque algunas incorporan el estante tradicional e incluso se pueden ver dos llamadores.

Otra diferencia fundamental es el caramelo. En estas cofradías no se reparten caramelos, aunque algunas permiten el reparto de pequeños obsequios, en general estampas de los titulares.

ANDEROS, MARTES SANTO
En general el acompañamiento musical suele ser más austero, aunque en principio es nulo. Generalmente estas cofradías lo reducen a unos tambores sordos que llaman al silencio y ayudan a mantener el paso coordinado, aunque destaca la cofradía del Yacente cuyo único sonido es una campana portada por el muñidor al principio del cortejo. Otras cofradías incorporan bandas de música o grupos de música de cámara.

El hecho por el que se les conoce como "de silencio" radica en que en algunas de ellas se hace voto de silencio. Por ejemplo, los hermanos del Refugio deben permanecer en absoluto silencio desde que se coloquen la túnica en casa hasta que regresen a ella y se desprendan de ella.

PENITENTES, MARTES SANTO
En lo referente a los penitentes las diferencias no son tan abismales, pues la túnica guarda muchos parecidos, a excepción de la ausencia de seno (no es necesario para albergar caramelos) y el cambio de cíngulo por fajín, aunque en algunas cofradías sí se porta cíngulo. El calzado de todos los hermanos suele ser la sandalia, pudiendo procesionar descalzos.

Son cofradías consideradas de silencio las de la Fe (Sábado de pasión), Salud (Martes Santo), Rescate (Martes Santo), Refugio (Jueves Santo) y Yacente (Sábado Santo). La cofradía de la Sangre procesiona Jueves Santo la procesión de la Soledad considerada por algunos como de silencio, pero tiene bastantes más elementos tradicionales.

Al igual que en el caso anterior, terminamos con un nuevo video de Sentir cofrade, en el que quedan plasmados estos y otros detalles.



Cabe mencionar que, dentro de ambos estilos, se dan muchas variaciones, especialmente en cofradías de reciente fundación que incorporan algunos rasgos que no son propios del mismo. En cualquier caso, esta entrada solo pretende ser un ligero acercamiento, superficial, a los diferentes estilos procesionales murcianos.

2 comentarios:

  1. Cuando vaya a Murcia a ver las procesiones tendré que imprimirme tus entradas para no perder detalle. Me ha encantado lo del caramelo y su posible origen. ¡Qué interesante!

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    1. ¡Nazareno, dame un caramelo! mítica (y cargante) frase que más que de niños termina saliendo de la boca de muchos padres, y que tras dos horas de procesión junto a un padre que no pide, EXIGE caramelos a todos, TODOS los nazarenos que pasan frente a él, comienzas a buscar la forma de que "parezca un accidente".

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